Los domingos realizan rutas por Valencia para repartir alimentos, mantas y dar apoyo emocional
VALENCIA, 23 ENE. (AVAN) .-La Asociación Amigos de la Calle atiende actualmente a más de 600 personas sin hogar de la capital valenciana y desde abril del año pasado cuentan con el apoyo del Centro Arrupe, desde donde realizan funciones de almacén y logística.
Esta asociación, fundada hace más de 13 años a raíz de la crisis económica de esa época, realiza diversas rutas por Valencia para repartir alimentos, mantas, sacos de dormir, entre otros artículos, y dar apoyo emocional a las personas sin techo, según ha indicado Jaime González, presidente de la asociación y uno de sus fundadores.
Para realizar esta labor cuentan con la colaboración del Centro Arrupe al que “solicitamos espacio con motivo de la pandemia, ya que necesitábamos preparar y armar las bolsas con distancia de seguridad, por lo que resultaba imprescindible un local más grande, además de almacenar los alimentos y donaciones que fueron llegando para las personas sin techo”.
Durante el confinamiento establecieron un convenio de colaboración con los Jesuitas a través del que ofrecieron de manera conjunta atenciones personalizadas a domicilio a familias que, aunque estaban en viviendas, sufrían grandes dificultades debido a que su sustento se basaba en la economía sumergida.
Actualmente, no acuden a domicilio, pero siguen atendiendo a familias en su sede del Cabanyal. Además, comparten parte de las donaciones que reciben con las parroquias San José Artesano de la Ciudad Fallera, San Josemaría Escrivá y San Miguel de Soternes de Mislata. Esta relación nació el año pasado y “ha producido un intercambio que ha enriquecido la labor de todos los servicios involucrados”.
También en el confinamiento se atendieron nueve jóvenes marroquíes con alojamiento, alimentación y cursos en un trabajo conjunto que involucró también a Casa Marruecos y fue liderado por el sacerdote José María Segura del Servicio Jesuita de Migración.
Para repartir comida todas las semanas hay cinco grupos que se rotan y elaboran un menú con platos tradicionales preparados, hacen bocadillos con distintas mezclas e integran en las bolsas yogur, zumos, agua, fruta, bollería, entre otros productos.
Colaboración de la parroquia San Francisco de Paula de Xirivella
En diciembre feligreses de la parroquia San Francisco de Paula de Xirivella se integraron formalmente a uno de estos equipos preparando bocadillos para repartir el día que festejaron la Navidad en la calle y también este último domingo realizaron 150 bocadillos de atún con olivas. Para ello, el párroco habilitó el local de la Cáritas parroquial, con el propósito que los voluntarios pudieran reunirse cumpliendo todas las medidas de aforo.
Sin embargo, esta colaboración cuenta con más años dado que puntualmente han apoyado desde sus casas con parte de los bocadillos que se reparten al final de la festividad de Navidad que la Asociación realizaba en las instalaciones del Colegio Jesús María desde el 2010 y en la que ha contado siempre con la participación de la comunidad religiosa y educativa del centro.
Los fríos días del temporal Filomena, Alexis Martín, sacerdote de la iglesia de los Dominicos de El Vedat de Torrent, hizo un llamamiento a los feligreses para que aportaran mantas, ropa de abrigo y sacos de dormir y la respuesta fue tan grande que “tuvimos mantas de sobra para atender a todos los afectados durante el temporal y para todo el mes de enero también”, ha precisado González.
Por otro lado, tras celebrar Navidad durante tres años en la calle, nació el año 2010 la fiesta bajo techo en la que el Colegio Jesús María prestó sus instalaciones hasta 2019. El rito se repitió en la calle con menú especial y regalos este año y estuvieron involucrados todos quienes participaron durante esos años.
Asimismo, la Asociación colaboró en la organización inicial de las fiestas de Navidad del Colegio Inmaculado Corazón de María de Valencia y la parroquia San Miguel y San Sebastián, para en los años siguientes apoyar en la difusión de las invitaciones a las mismas y prestar ollas y cazuelas térmicas. Este año, por la situación de emergencia sanitaria, la celebración contempló esos días la entrega de menús y alimentos para distribuir.
Por su parte, la fiesta de Reyes dedicada a los niños de las familias que se atienden durante el año también fue diferente. 17 vehículos realizaron rutas para llevar a domicilio los regalos. Anteriormente, las fiestas de Reyes se celebraron en las instalaciones de la parroquia San Miguel y San Sebastián y luego en el salón de actos del Centro Arrupe.
Esta asociación, fundada hace más de 13 años a raíz de la crisis económica de esa época, realiza diversas rutas por Valencia para repartir alimentos, mantas, sacos de dormir, entre otros artículos, y dar apoyo emocional a las personas sin techo, según ha indicado Jaime González, presidente de la asociación y uno de sus fundadores.
Para realizar esta labor cuentan con la colaboración del Centro Arrupe al que “solicitamos espacio con motivo de la pandemia, ya que necesitábamos preparar y armar las bolsas con distancia de seguridad, por lo que resultaba imprescindible un local más grande, además de almacenar los alimentos y donaciones que fueron llegando para las personas sin techo”.
Durante el confinamiento establecieron un convenio de colaboración con los Jesuitas a través del que ofrecieron de manera conjunta atenciones personalizadas a domicilio a familias que, aunque estaban en viviendas, sufrían grandes dificultades debido a que su sustento se basaba en la economía sumergida.
Actualmente, no acuden a domicilio, pero siguen atendiendo a familias en su sede del Cabanyal. Además, comparten parte de las donaciones que reciben con las parroquias San José Artesano de la Ciudad Fallera, San Josemaría Escrivá y San Miguel de Soternes de Mislata. Esta relación nació el año pasado y “ha producido un intercambio que ha enriquecido la labor de todos los servicios involucrados”.
También en el confinamiento se atendieron nueve jóvenes marroquíes con alojamiento, alimentación y cursos en un trabajo conjunto que involucró también a Casa Marruecos y fue liderado por el sacerdote José María Segura del Servicio Jesuita de Migración.
Para repartir comida todas las semanas hay cinco grupos que se rotan y elaboran un menú con platos tradicionales preparados, hacen bocadillos con distintas mezclas e integran en las bolsas yogur, zumos, agua, fruta, bollería, entre otros productos.
Colaboración de la parroquia San Francisco de Paula de Xirivella
En diciembre feligreses de la parroquia San Francisco de Paula de Xirivella se integraron formalmente a uno de estos equipos preparando bocadillos para repartir el día que festejaron la Navidad en la calle y también este último domingo realizaron 150 bocadillos de atún con olivas. Para ello, el párroco habilitó el local de la Cáritas parroquial, con el propósito que los voluntarios pudieran reunirse cumpliendo todas las medidas de aforo.
Sin embargo, esta colaboración cuenta con más años dado que puntualmente han apoyado desde sus casas con parte de los bocadillos que se reparten al final de la festividad de Navidad que la Asociación realizaba en las instalaciones del Colegio Jesús María desde el 2010 y en la que ha contado siempre con la participación de la comunidad religiosa y educativa del centro.
Los fríos días del temporal Filomena, Alexis Martín, sacerdote de la iglesia de los Dominicos de El Vedat de Torrent, hizo un llamamiento a los feligreses para que aportaran mantas, ropa de abrigo y sacos de dormir y la respuesta fue tan grande que “tuvimos mantas de sobra para atender a todos los afectados durante el temporal y para todo el mes de enero también”, ha precisado González.
Por otro lado, tras celebrar Navidad durante tres años en la calle, nació el año 2010 la fiesta bajo techo en la que el Colegio Jesús María prestó sus instalaciones hasta 2019. El rito se repitió en la calle con menú especial y regalos este año y estuvieron involucrados todos quienes participaron durante esos años.
Asimismo, la Asociación colaboró en la organización inicial de las fiestas de Navidad del Colegio Inmaculado Corazón de María de Valencia y la parroquia San Miguel y San Sebastián, para en los años siguientes apoyar en la difusión de las invitaciones a las mismas y prestar ollas y cazuelas térmicas. Este año, por la situación de emergencia sanitaria, la celebración contempló esos días la entrega de menús y alimentos para distribuir.
Por su parte, la fiesta de Reyes dedicada a los niños de las familias que se atienden durante el año también fue diferente. 17 vehículos realizaron rutas para llevar a domicilio los regalos. Anteriormente, las fiestas de Reyes se celebraron en las instalaciones de la parroquia San Miguel y San Sebastián y luego en el salón de actos del Centro Arrupe.
(Foto 1: Sacerdote Alexis Martín, su ayudante Luis y Jaime Gonzalez Presidente de la Asociación.)
(Foto 2: parte de la colaboración de la Comunidad a la parroquia de los Dominicos del Vedat.)
(Foto 3: Feligreses de la parroquia San Francisco de Paula preparando bocadillos.)
(Foto 3: Feligreses de la parroquia San Francisco de Paula preparando bocadillos.)