Varios jóvenes colaboraron en los desplazamientos de las personas enfermas que formaron parte de la expedición

  • “La experiencia ha sido verdaderamente enriquecedora y ha dejado una profunda huella en todos”, afirma el vicepresidente de Acción Social, Jaume Gascó

El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, situado en Francia, recibió la semana pasada la visita de la diócesis de Valencia, en la que participaron un total de 1.100 personas. Juniors M.D. estuvo representado en la peregrinación por 11 miembros del Movimiento, entre los que encontraban el consiliario diocesano, Domingo Pacheco; el viceconsiliario diocesano, Quique Roig, y el vicepresidente diocesano de Acción Social, Jaume Gascó. “Estos días  en Lourdes nos han reafirmado en nuestra misión de ser verdaderos ‘peregrinos de la esperanza’, llevando un mensaje de fe, amor y apoyo a todos los rincones”, asegura el joven, haciendo referencia al lema del Jubileo 2025.

Del 26 al 30 de junio, los Educadores y las Educadoras colaboraron en distintas tareas logísticas, como los desplazamientos de las personas enfermas por los distintos espacios del recinto en los que se desarrollaron las actividades. Como en cada edición, se celebró la procesión de las antorchas, la misa en la Gruta y la solemne procesión del Santísimo, entre otras ceremonias.

“Cada jornada fue una oportunidad para rezar, reflexionar y compartir nuestro cariño con aquellos que más lo necesitan. Ver la alegría y el agradecimiento en los ojos de los enfermos fue una experiencia transformadora que nos recordó la importancia de la esperanza y el amor en nuestra vida diaria”, comenta Jaume Gascó, quien agradece “de corazón” a la Hospitalidad Valenciana de Nuestra Señora de Lourdes “la organización de esta peregrinación y a todos los que hicieron posible que viviéramos esta experiencia inolvidable”.

TESTIMONIOS

Si hay algo que destacan todas las personas que tienen la oportunidad de vivir esta experiencia, que estuvo presidida por el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, es la fuerza renovadora que infunde el hecho de disfrutar de unos intensos días de peregrinación en los que se generan momentos de unión que facilitan el fortalecimiento de la fe. Tres de las jóvenes Juniors que participaron en el viaje comparten su vivencia. “Es alegría y esperanza”, “se respira una paz que no he encontrado en ningún otro lugar” o “ha sido un verdadero regalo” son algunas de las reflexiones de Clara Coret, María Tomás y Natalia Tendero.

Las tres están de acuerdo en que ha sido una experiencia importante. “El santuario de Lourdes es una burbuja en medio del mundo. Es alegría y esperanza. Es un remanso de paz donde se escucha el trino de los pájaros y las aguas fluviales, la vegetación es verde y huele a bosque y a hierba húmeda. Lourdes y su entorno son la sencillez de Bernadette y María: pequeñas, escondidas, puras y humildes”, asegura Clara Coret, del Centro Juniors Santa María de Sagunt.

María Tomás (Centro Epifanía del Señor de Valencia), por su parte, destaca también que “no cambiaría a ninguna de las personas con las que me he cruzado estos días, pues he visto el amor de Dios en las miradas de los enfermos, las sonrisas de los voluntarios y las palabras de amor y cercanía de cada persona”. Y, en medio de todo, la peregrinación les ha servido para reencontrarse “con lo verdaderamente importante”, tal y como comenta Natalia Tendero, del Centre Juniors La Anunciación d’Aldaia. “He podido dejar cada una de mis preocupaciones y vaciar la mochila que traía rezando cada noche frente a la Virgen en la gruta. Han sido momentos de paz y alegría al servicio de los más necesitados”, sostiene.

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