María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
«Invito a todos los Jefes de las Iglesias y a los líderes de todas las Comunidades Cristianas, junto con todos los cristianos de las distintas confesiones, a invocar al Altísimo y Dios Omnipotente, recitando contemporáneamente la oración que nos enseñó Jesús Nuestro Señor”:fueron las palabras del Papa este domingo 22 de marzo después de la oración mariana del Ángelus, en un “momento de prueba en que la humanidad tiembla por la amenaza de la pandemia”.
Francisco invita a dos momentos de oración ante esta emergencia mundial: el primero, es el miércoles 25 de marzo al mediodía, para recitar juntos el Padre Nuestro, día en que muchos cristianos recuerdan el anuncio a la Virgen María de la Encarnación del Verbo.
Que el Señor escuche la oración unánime de todos sus discípulos que se preparan a celebrar la victoria de Cristo resucitado.
Con la misma intención, el Papa anuncia también que presidirá un momento de oración en el Sagrato de la Basílica de San Pedro, con la plaza vacía, el próximo viernes 27 de marzo, a las 18 horas. “Desde ahora – dice – invito a todos a participar espiritualmente a través de los medios de comunicación”.
Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, con el que al final daré la Bendición Urbi et Orbi, a la cual se adjuntará la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria. Queremos responder a la pandemia del virus con la universalidad de la oración, de la compasión, de la ternura. Permanezcamos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía con las personas más solas y exhaustas.
Universalidad de la oración y cercanía a todos
Francisco insta además a permanecer “unidos” y a hacer sentir nuestra “cercanía” a todos los que se están debatiendo en primera línea para ayudarnos y protegernos en esta emergencia:
“Nuestra cercanía a los médicos, a los agentes sanitarios, enfermeras y enfermeros, voluntarios… Nuestra cercanía a las autoridades que deben tomar medidas duras, pero por nuestro bien. Nuestra cercanía a los policías, a los soldados en la calle que siempre tratan de mantener el orden, que se cumplan las cosas que el gobierno nos pide que hagamos por el bien de todos. Cercanía a todos.”
Cercanía del Papa a Croacia
El Santo Padre no olvida a la población croata, sacudida esta mañana por un terremoto de 5.3 en la escala de Richter, que causó grandes daños, particularmente en Zagreb.
Y concluyendo, una vez más, el Papa exhorta a tomar el Evangelio y a leer “tranquilamente, lentamente” el capítulo 9 de Juan. “Lo haré también yo” – asegura. “Nos hará bien a todos”.