Este 19 de marzo, en la Solemnidad de San José y en el V Aniversario de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, comenzará el año especial dedicado a la familia. Mañana un webinar sobre el amor familiar y en junio un encuentro online con las Conferencias Episcopales de todo el mundo.
Ciudad del Vaticano

“Las familias necesitan atención pastoral, dedicación, mediante un estilo de mayor colaboración entre ellas y los pastores. Es necesario invertir en la formación de los formadores y, sobre todo, es necesario implementar un cambio de mentalidad: pensar en ellos no como ‘objeto’ sino como ‘sujeto’ de la pastoral ordinaria”, lo dijo el Cardenal Kevin J. Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en la rueda de prensa de presentación del “Año Familia Amoris Laetitia”, que tuvo lugar la mañana de este jueves, 18 de marzo, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Cardenal Farrell: anunciar el Evangelio de la Familia

En su intervención, el Cardenal Farrell recordó que, la misión de la Iglesia es ser siempre anunciadora de la buena noticia del Evangelio y que “el anuncio cristiano que se refiere a la familia es de verdad una buena noticia”. Por ello, es oportuno dedicar un entero año pastoral a la familia cristiana, para presentar al mundo el designio de Dios sobre la familia como fuente de alegría y de esperanza, un año pastoral instituido por el Papa Francisco, que iniciará este 19 de marzo, Solemnidad de San José, en el V Aniversario de la publicación de la Exhortación Postsinodal Amoris Laetitia.

La Familia custodia de la vida

Asimismo, el Prefecto de este Dicasterio Vaticano destacó que ha sido providencial que el Santo Padre haya dedicado este año a San José, esposo y padre, elegido para acudir a la Santa Familia, y como él, cada pareja de esposos debe sentirse amada y elegida por Dios para generar en la carne y en el espíritu, los hijos de Dios Padre. De modo especial en este contexto de pandemia, donde la familia ha sido golpeada duramente en diferentes aspectos y a pesar de ellos, ha mostrado su rostro de “custodio de la vida”, como lo ha sido San José.

Acompañar a las Familias en dificultad

Además, el Cardenal Farrell ha subrayado la importancia de Amoris Laetitia, un documento que es el fruto de un largo caminos sinodal. En este sentido, este Año Amoris Laetitia es una preciosa oportunidad para hacer madurar los frutos de este camino en los diversos contextos eclesiales y familiares. “Durante este año – afirmó el Purpurado – tenemos la oportunidad de acompañar a las familias, es un momento para que las familias no se sientan solas ante las dificultades, hay que acompañar a las parejas y familias en crisis, a apoyar a los que se quedan solos, a las familias pobres, a las familias rotas”.

Gambino: estamos viviendo una emergencia vocacional en el matrimonio

Gabriella Gambino, Subsecretaria del mismo Dicasterio, también está convencida de que es «hora de actuar» renovando «los modos, las estrategias y quizás incluso algunos objetivos de la planificación pastoral». Llega a hablar de un tiempo de «conversión pastoral», al ser consciente de que los lenguajes, los horarios, los estilos eclesiales quizás ya no se adaptan a la vida concreta de las familias. A la luz de Amoris Laetitia, hay que pasar de una pastoral de los fracasos a una que sepa «revigorizar la belleza del sacramento del matrimonio y de las familias cristianas» haciéndolo perceptible a los ojos de los jóvenes y atractivo. «Hay un gran deseo de familia, pero mucho miedo ante la elección del matrimonio», señala Gambino. Se destaca el criterio que debe guiar las actividades en este ámbito: hacer transversales los proyectos pastorales, según una visión integral de la planificación. Pone el ejemplo de la catequesis para niños que, según Gambino, podría establecerse desde el principio con una formación remota a la vocación esponsal, también para evitar el frecuente abandono después del sacramento de la Primera Comunión.

Ayudas y vídeos para poner en práctica la Exhortación

El Subsecretario anunció la propuesta del organismo vaticano de doce caminos posibles, para que cada realidad eclesial sea instada a tomar la iniciativa. En particular, en la página web del Dicasterio para la Familia, los Laicos y la Vida se colgarán mensualmente diez vídeos sobre la Exhortación, con la participación del Papa y algunos testimonios, y gradualmente se pondrán a disposición otras pequeñas herramientas online y offline. Se mencionan dos folletos, ambos publicados por la Libreria Editrice Vaticana: «Juntos es hermoso» -con un prefacio del Cardenal Farrell – y «El Papa habla a los niños». Además, los movimientos y asociaciones, así como las instituciones académicas católicas y pontificias, están actuando para promover la reflexión en diálogo con la pastoral. Mañana, al inicio del Año Especial, se dedicará al amor familiar un seminario web en el Pontificio Instituto «Juan Pablo II» de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, organizado por el Vicariato y el Dicasterio. Otro encuentro en línea será el foro que se celebrará del 9 al 13 de junio con las Conferencias Episcopales de todo el mundo y sus oficinas de pastoral familiar. «Será un momento importante de reflexión para comprender hasta dónde hemos llegado en la aplicación de la Exhortación Apostólica», anunció Gambino.

Pareja de esposos : construir el «nosotros» junto a otras familias

Valentina y Leonardo Nepi, de Arezzo, con una hija de cinco años y comprometidos en actividades posteriores a la confirmación en la parroquia – él es funcionario del Dicasterio – hablan de los retos del amor conyugal. Conscientes de la importancia de las palabras y los gestos aparentemente sencillos para expresar a diario el respeto, la paciencia, la confianza y el perdón mutuo, como el Papa Francisco nos ha invitado a menudo a hacerlo, esperan que este Año Especial sea ante todo un tiempo propicio para cultivar las buenas relaciones conyugales y familiares. «También esperamos – dicen – que la familia pueda ser más valorada en la sociedad: promoviendo la dimensión social de la familia, su capacidad de educar a los hijos, de animar lugares y comunidades con valores positivos y generativos, cultivando el diálogo entre generaciones». El periodo de distanciamiento forzoso que estamos viviendo por la emergencia sanitaria se puede vivir recurriendo a la creatividad también gracias a la tecnología que ayuda a evitar el aislamiento, a compartir resonancias sobre la Palabra de Dios: este es su consejo. Experimentar la dimensión de una iglesia doméstica y fomentar la conexión entre generaciones, entre los ancianos y los abuelos, se considera crucial. Porque, recuerdan, «la fuerza de la familia no se agota por tanto en la intimidad de nuestros hogares». 

El matrimonio como sacramento es distinto de las uniones civiles

En respuesta a la pregunta de un periodista sobre las reacciones a la reciente declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe que prohíbe la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, el Cardenal Farrell dejó claro con firmeza que «la vida pastoral de la Iglesia está abierta a todas las personas». Es importante que la gente entienda que abrimos nuestros brazos para acoger a todos, en diferentes estados de vida y en cualquier condición en la que se encuentren», afirmó el Cardenal. «Hay que hacer una distinción: la Iglesia habla del Matrimonio como un Sacramento, no como una unión civil. En Amoris laetitia se habla de ello», precisa además y añade: «los que no pueden beneficiarse de la plena participación en la Iglesia no significa que no puedan ser acompañados». Por lo tanto, reitera la distinción entre el matrimonio sacramental y la unión civil. «Durante este año especial, nos reuniremos con muchas diócesis de todo el mundo que se ocupan de las parejas homosexuales. Hay situaciones en las que hay divorciados y vueltos a casar, la Iglesia los sigue acompañando».

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