Los “anawines”, sus familias, servidores y sacerdotes han compartido una semana con talleres, juegos y oraciones
El Seminario de Moncada ha acogido la novena edición del campamento “Anawin”, en el que han participado 26 personas con discapacidad, junto a seminaristas, religiosos, sacerdotes, y servidores.
Este verano el campamento, que ha llevado por lema “ En la Tierra como en el Cielo”, finalizó, con una misa en familia, presidida por Melchor Seguí, vicario de Evangelización y rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, y concelebrada por los tres sacerdotes que comenzaron esta aventura en 2014; Camilo Ruiz, el actual director del Secretariado para las personas con discapacidad del Arzobispado de Valencia, Jorge López y Carlos Bou. Este año también les ha acompañado, el responsable del Secretariado de discapacidad de la diócesis de Burgos, Guillermo Pérez.
Las personas con discapacidad, los “anawines” -que significa en arameo “hombre pobre, cuya riqueza es tener a Dios”- han compartido unos días de convivencia y actividades en el Centro de Convivencias Diocesano “Galilea”, dentro del Seminario Mayor.
La alegría, característica fundamental del campamento
Tanto los sacerdotes, que han concelebrado las distintas misas y oraciones, como los servidores, que han dedicado estos días a los “anawines”, han estado a su servicio en un campamento que siempre tiene como característica fundamental la alegría. Además, el hilo conductor de este campamento, ha sido la relación con la Santísima Trinidad. “Los “anawines” han podido conocer que son hijos de Dios Padre, hermanos del hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y que están llamados a vivir del Espíritu Santo, y cada día ir profundizando más en esa relación”, destaca Camilo Ruiz, director del Secretariado para las personas con discapacidad del Arzobispado de Valencia.
Origen del campamento “Anawin”
Esta iniciativa surgió de la Familia Consolación “formada por laicos que anuncian a Jesucristo a los que padecen cualquier necesidad”; de las comunidades de Fe y Luz Valencia, que centran su labor en familias con hijos que tienen discapacidad intelectual, movimiento que se ha constituido en el Foro de Laicos del Arzobispado bajo la denominación “Puerta del Cielo”; el Cottolengo del Padre Alegre de Valencia, que acoge a personas con discapacidad; además del Seminario Metropolitano “La Inmaculada” y numerosos voluntarios y amigos de diferentes parroquias de la diócesis y carismas.
La primera edición del campamento “Anawin” nació en 2014 a raíz de las Pascuas de servicio que realizaban las Hermanas de la Consolación en comunión con las comunidades de Fe y Luz, con la colaboración de los entonces seminaristas y hoy ya sacerdotes diocesanos Camilo, Jorge y Carlos.