El sábado 19 de noviembre, en el Seminario Mayor de Moncada, como preparación para la JMJ de Lisboa 2023
La diócesis de Valencia invita a todos los jóvenes y adolescentes a participar, este próximo fin de semana en el Seminario Mayor de Moncada, en la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) diocesana, convocada por el papa Francisco en todas las diócesis del mundo, para preparar la cita juvenil de la JMJ de Lisboa 2023.
Bajo el “paraguas” del lema de la JMJ de Lisboa, “María se levantó y partió sin demora”, esta cita diocesana es también una invitación para que los jóvenes se conviertan en “protagonistas de la revolución de la caridad y del servicio” para los pobres y marginados, según apunta una de las claves propuestas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en las Orientaciones Pastorales elaboradas en torno a esta jornada, recordando, en este caso, palabras del papa Francisco en la exhortación apostólica postsinodal ‘Christus vivit’.
Desde 2021, la JMJ diocesana se celebra en todo el mundo coincidiendo con la Solemnidad de Cristo Rey, es decir, el domingo siguiente a la Jornada Mundial de los Pobres. En la diócesis de Valencia la cita tendrá lugar el sábado 19 de noviembre para permitir una mayor participación de los jóvenes, indican desde la delegación de Infancia y Juventud del Arzobispado.
MESA REDONDA CON JÓVENES “INSTAGRAMERS” CATÓLICOS
En la JMJ diocesana que se celebrará en el Seminario de Moncada el sábado 19, por la tarde, “se puede participar de manera individual o en grupo -por ejemplo, grupos de Confirmación, de fe, o equipos de monitores y educadores, entre otros- a partir de los 15 años y hasta los 35 años, para aquellas personas que trabajen con jóvenes y quieran tomar parte”, añaden desde la delegación diocesana.
La cita comenzará con la acogida de participantes, a las 17 horas, seguida por la presentación de la JMJ de Lisboa 2023 a cargo de la delegación de Juventud y una mesa redonda, dirigida por el Mago Javier Shalom, en la que intervendrán representantes de las comunidades de jóvenes católicos Juventruth y Aute, y los jóvenes “instagramers” Quique Mira (@quiquemira) con más de 25.000 seguidores, y Carlos García de los Ríos (@carlosfueradecasa), al que siguen más de 11.700 personas.
Finalmente “participaremos en una misa, a las 20:30 horas, compartiremos una cena de fraternidad y, por último, una fiesta que culminará con una oración”.
Las inscripciones deben realizarse a través de un formulario disponible en la página web oficial de la delegación de Infancia y Juventud del Arzobispado.
HASHTAG #ARISEANDGO: UNA INVITACIÓN A LEVANTARSE Y CAMINAR
Con motivo de las JMJ en las iglesias particulares, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida -junto con Caritas Internationalis y el Comité Organizador Local de la JMJ Lisboa 2023- ha lanzado el hashtag #AriseandGo (que retoma el lema de la JMJ “María se levantó y se fue deprisa”) para compartir y crear una red de testimonios, acciones concretas, historias y comunión espiritual.
En esta misma línea, el Dicasterio invita a vivir la JMJ diocesana en sintonía con la Jornada Mundial de los Pobres, celebrada recientemente. Según las claves que recoge en las Orientaciones Pastorales, estas JMJ “locales” deben ser un momento de celebración “para los jóvenes” y “con los jóvenes” que, además, debe formar parte de un camino pastoral más amplio, en el que la JMJ es solo una etapa.
PUNTOS CLAVE EN EL CORAZÓN DE LA JMJ (MUNDIAL Y LOCAL)
La JMJ debe ser una “fiesta de la fe”: en cada JMJ -también en la diocesana de este fin de semana- “debe resonar la invitación a cada joven a encontrarse con Cristo y a iniciar un diálogo personal con Él”, destacan las Orientaciones Pastorales.
Del mismo modo, esta cita juvenil debe ser una “experiencia de Iglesia” donde los jóvenes puedan “experimentar la comunión eclesial y crecer en su conciencia de ser parte integrante de la Iglesia: la primera forma de participación de los jóvenes debe ser la escucha de su voz”.
Otra clave de la JMJ es que sirva como “experiencia misionera” -invitando a los jóvenes a visitar a las personas en sus casas o promoviendo momentos de evangelización pública, con cantos, oración y testimonios-. En esta misma línea, es una buena ocasión para fomentar el voluntariado dedicado a las personas más vulnerables.
La JMJ ha de ser también una “ocasión de discernimiento vocacional”, una “llamada a la santidad” y una “experiencia de peregrinación” (se les puede proponer a los jóvenes que tengan experiencias reales de peregrinación, por ejemplo, a los santuarios locales u otros lugares significativos de la piedad popular), subraya el documento del Dicasterio.
Por último, invitan a convertir la JMJ es una “experiencia de fraternidad universal” ya que “puede ser un momento para que todos los jóvenes -católicos y no católicos- que viven en una zona determinada se reúnan y hablen entre sí, más allá de sus creencias, su visión de la vida y sus convicciones”.