Amoris Laetitia surge de un nuevo paradigma: así lo confirmaba nuestro Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin a Alessandro Gisotti en 2018, al ser interpelado sobre el documento Post-sinodal del Papa Francisco, que recoge los frutos de los dos sínodos sobre la familia que tuvieron lugar en 2014 y 2015 respectivamente.
En la Exhortación Apostólica Postsinodal el Pontífice destaca la importancia y la belleza de la familia basada en el matrimonio indisoluble entre el hombre y la mujer, pero también mira con realismo las fragilidades que experimentan algunas personas, como los divorciados que se vuelven a casar, y anima a los pastores al discernimiento. Subraya que Amoris Laetitia es «para el bien de las familias» y el de todas las personas, jóvenes y mayores, e invoca la protección de la Sagrada Familia de Nazaret.
“Amoris laetitia ha surgido de un nuevo paradigma que el Papa Francisco persigue con sabiduría, con prudencia y también con paciencia” comentaba Parolin, en 2018. “Probablemente, las dificultades que han surgido y que aún existen en la Iglesia, así como algunos aspectos del contenido de la exhortación, se deben precisamente a este cambio de actitud que el Papa nos pide”. Se trata de un cambio de paradigma que está instaurado precisamente en texto, que nos pide este nuevo espíritu, nuevo enfoque.
Todo cambio – proseguía el Secretario de Estado – implica siempre dificultades. Pero estas dificultades deben ser tenidas en cuenta y deben ser enfrentadas con compromiso, para encontrar respuestas que se conviertan en momentos de mayor crecimiento, de mayor profundización.
Según el cardenal Parolin, Amoris laetitia, además de ser un abrazo que la Iglesia hace a la familia y a sus problemas en el mundo de hoy, “es al mismo tiempo una petición de ayuda a las familias para que colaboren y contribuyan al crecimiento de la Iglesia”.
“Caminemos familias, sigamos caminando – invita el Papa al final de la Exhortación – . «Lo que se nos promete es siempre más. No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido”.
En estos días podemos aprovechar su lectura.